Decálogo para pedir un pase de prensa

Pase de fotógrafo

Durante unos años, la proliferación de blogs, webzines y medios digitales en general coincidió con la temporada de vacas gordas en la música en directo, lo que ayudó a que prácticamente cualquier persona pudiera conseguir un pase de prensa para cualquier concierto. Los promotores estaban dispuestos a contentar a la mayor cantidad de gente que pudieran, y muchos empezaron a solicitar las acreditaciones no como un medio de trabajo sino como un atajo para conseguir un pase VIP. En medios no especializados los pases de prensa para eventos gordos empezaron a ser un premio para empleados que caían bien cuando no había invitaciones formales suficientes para todos. Había quien conseguía pases en nombre de medios que ni siquiera existían. Muchos que ni eran periodistas ni tenían vocación de informar pudieron entrar gratis a todas partes, y también muchos informadores serios terminaron por olvidar cuál era el mínimo que se les debía exigir en su trabajo. Muchos estaban acreditados por encima de sus posibilidades.

Pero llegó la época de vacas flacas, la venta de entradas cayó y las promotoras recortaron de forma drástica el número de personas que podían entrar a un evento sin pasar antes por caja. Así que el que a día de hoy pretenda conseguir una acreditación deberá realizar un mínimo esfuerzo, ya que el oficio del periodista musical se ha visto muy devaluado. Tras varias jornadas de intensa reflexión el Oráculo de Perogrullo me ha revelado una serie de consejos que ayudarán al que quiera ganar puntos a los ojos del que le va a acreditar. Sigue leyendo

Teenage Riot: el ‘hall of fame’ de Sonic Youth

    Me da miedo la gente que no tiene sentido histórico”. Kim Gordon.

Hay muchos motivos para considerar a Sonic Youth una banda imprescindible. Uno es su habilidad para ejercer de comisarios artísticos (o como se pueda traducir al castellano el concepto de curator: la persona encargada de elaborar y dar sentido a una exposición): en incontables ocasiones su música (y sus portadas, e incluso sus videoclips) ha servido de medio para rendir un homenaje explícito, dar a conocer y revalorizar el legado de aquello que les ha llevado al modo que tienen de comprender el arte, el mundo y la vida.

Hace unas semanas ya comenté el el homenaje que “Screamnig Skull” rendía a la escena del rock underground de finales de los ochenta. El video de “Teenage Riot” -la canción que abría “Daydream Nation” (1988)- ampliaría el campo de personalidades a las que quieren rendir tributo. Simon Reynolds lo presenta así en Retromania.

    “El video de ‘Teenage Riot’ fue un collage a partir de fragmentos de un video anterior que finalmente abortaron; se trata de un montaje casero de Sonic Youth haciendo bobadas durante una gira y unos clips ultrabreves de su colección, que configuran un caleidoscopio que une a la banda con su panteón: Patti Smith, Mark E. Smith, Henry Rollins de Black Flag, Sun Ra, Iggy Pop, Blixa Bargeld, Tom Waits y, lo más bizarro, Susanna Hoffs de The Bangles”.

¿A cuántos más sois capaces de reconocer?

Palmarés In Edit 2012

Searching for Sugar Man

El pasado domingo terminó la edición 2012 del festival In Edit Beefeater, que deja como gran triunfadora a ‘Searching for Sugar Man’, el documental sobre la carrera del olvidado Sixto Rodríguez que se ha llevado el Premio al Mejor Documental Musical Internacional y el Premio Beefeater (otorgado por el público). El palmarés se completa con ‘A Film About Kids and Music. Sant Andreu Jazz Band’, que ha conseguido el Premio al Mejor Documental Musical Nacional, y la mención especial del jurado para ‘Don’t Follow Me (I’m Lost). A Film About Boby Bare Jr.’ Sigue leyendo

Una de fantasmas: hauntology

Aprovechando estas fechas tan señaladas toca hablar sobre la así llamada hauntology, el único tipo de música que se me ocurre cuya etiqueta hace referencia a los fantasmas (el término viene del inglés haunt, que significa encantar o hechizar). No tengo noticia de que haya un vocablo castellano para referirse a este concepto, así que mantengo el original inglés. Sigue leyendo

El festival In Edit de Barcelona, desde casa

Beefeater In edit

Mañana 25 de noviembre arranca la décima edición del Beefeater In Edit, el Festival Internacional de Cine Documental Musical de Barcelona. Salvo milagro de última hora no creo que me vaya a acercar por ahí, así que me perderé los conciertos programados dentro del festival, además de todos esos rollos de la alfombra roja, las azafatas, las farras después de las proyecciones y todas esas cosas tan glamourosas. En cualquier caso, hay unas cuantas cosas de provecho que se pueden sacar del festival desde la distancia. Y ya que es un festi especializado en un género tan minoritario supongo que la cobertura que se le dará en los medios generalistas será reducida, así que me hago eco aquí de la convocatoria. Sigue leyendo

‘Last Days Here’, el documental sobre Robert Liebling de Pentagram

En los últimos días me ha llegado desde varios frentes el enlace para ver en versión original subtitulada “Last Days Here”, el documental dirigido por Don Argott y Demian Fenton sobre Bobby Liebling, cantante de Pentagram. Este documental no ha tenido un estreno oficial en España, así que no tengo muy claro cómo ha llegado a youtube ni si terminarán borrándolo como los archivos de Kigonjiro. En cualquier caso, me parece un documento tremendamente recomendable. Sigue leyendo

Adiós a Kigonjiro…

Gilipolladas de Kigonjiro

Llevaba días pensando en escribir sobre Gilipolladas de Kigonjiro cuando de pronto me encuentro con el cierre de este blog, así que esta reseña se va a convertir en una especie de nota necrológica. Para los que no lo conocíais, se trataba de un blog de descargas de archivos centrado en vídeos musicales, y más concretamente en conciertos y documentales. La mayoría de ellos eran materiales ripeados de cadenas de televisión extranjeras (había bastantes videos del mítico Rockpalast de la tv alemana, directos de canales de la tv norteamericana y documentales de la BBC británica) o rescates de viejos programas de TVE (como fragmentos del programa La Edad de Oro que aun no han sido editados en dvd). La calidad, tanto por la selección de temas y artistas como por el nivel de los propios videos, solía ser excelente. Para muchos –entre los que se encuentra el que suscribe estas líneas- el rincón de Kigonjiro se había vuelto un blog de referencia. Sigue leyendo

Comics sobre libros: Fun Home

Portada de Fun Home, por Alison Bedchel

Esta mañana se ha dado a conocer que Mo Yan es el ganador del Premio Nobel de Literatura de este año (por cierto felicidades a todos los quinielistas que en los últimos daban por seguro que este iba a ir a un escritor norteamericano y/o mujer, o a Haruki Murakami, porque no han dado ni una). Así que hoy toca hablar de libros. Y como ando escaso de ideas voy a tirar de archivo y voy a recuperar una rápida reseña que escribí de “Fun Home. Una familia tragicómica” de Alison Bedchel allá por el año 2009 para el blog www.alnortedelnorte.com . El link sería este

http://www.alnortedelnorte.com/post/fun-home/

Y es que entre las muchas virtudes de esta novela gráfica está la capacidad para transmitir el amor por la literatura como pocas veces he visto en una obra en viñetas. Como comento por ahí,

Fun Home va más allá. Las referencias literarias llenan sus viñetas: Camus, Proust, Henry James, Scott Fitzgerald, James Joyce, Oscar Wilde, La Familia Adams, El viento entre los Sauces, James y el Melocotón Gigante… Algunos aparecen de forma explícita, otros no tanto. Por otro lado, bibliotecas y librerías son escenarios recurrentes durante toda la obra, el padre de Alison es profesor de inglés, su madre actriz de teatro… Para alguien como yo, que me tiro media vida enterrado entre libros, este comic me resulta terriblemente cercano.

Por cierto, Random House Mondadori acaba de publicar “¿Eres mi madre? Una tragicomedia”, lo que vendría a ser la secuela de este “Fun Home”. Aun no he podido leerlo, pero ni que decir tiene que este volumen tiene una pinta tremendamente apetitosa.

La nostalgia del aburrimiento

Hace un rato sentí una extraña punzada de nostalgia por el aburrimiento, esa especie de vacío absoluto tan familiar cuando era adolescente, o universitario, o solicitante del subsidio por desempleo con veintipocos años. Esos grandes pozos que vaciaban el tiempo sin que absolutamente nada pudiera llenarlos terminaban por llevarme a una sensación de tedio tan intenso que llegaba a ser casi espiritual. Esto era en la era pre-digital (antes de los CD’s, los ordenadores personales, mucho antes de internet), cuando en el Reino Unido existían solo tres o cuatro canales de televisión y en la mayoría no había nada que quisieras ver; solo un par de emisoras de radio más o menos tolerables; ninguna tienda donde comprar videos ni DVD’s; sin email, sin blogs, sin webzines, sin social media. Para aliviar el aburrimiento dependías de libros, revistas, discos, y todos estaban limitados a lo que pudieras gastar. También podías recurrir a hacer diabluras, o a las drogas, o a la creatividad. Era una economía cultural de escasez y demora. Como fan de la música, esperabas a que las cosas fueran publicadas o emitidas. Un álbum, los nuevos números de los semanarios musicales, el programa de John Peel a las diez en punto, Top of the Pops los jueves. Había largos vacíos que avivaban la espera, y si llegado el momento se daba el caso de que te perdías el programa, el show de Peel o el concierto, este se había ido para siempre.

El aburrimiento es diferente hoy. Consiste en supersaturación, distracción, falta de descanso. A menudo estoy aburrido pero no por falta de opciones: tengo un millar de canales de televisión, la abundancia de Netflix, incontables emisoras de radio en la red, innumerables discos por escuchar, DVD’s por ver y libros por leer, la especie de laberinto que es el anarco-archivo de Youtube. El aburrimiento de hoy no está hambriento, no es una respuesta a la privación; es una pérdida de apetito cultural en respuesta al exceso de llamadas a que prestes tu atención y tu tiempo.

Retromania. Simon Reynolds.

Estos párrafos que acabo de traducir aparecen en “Retromania: Pop Culture’s Addiction to Its Own Past”, un más que interesante libro que estoy leyendo estos días y del que seguramente escriba una reseña más extensa dentro de un par de semanas.

El texto habla por sí mismo. Todo va demasiado rápido y la oferta de información es excesiva. Me asusta pensar que vivo en un mundo en el que los minutos que me ha llevado traducir estas líneas son tiempo derrochado, durante el que me he permitido el lujo de dejar de escuchar dos o tres canciones. Que estos párrafos contienen más palabras y más información que la que ni google ni ningún internauta están dispuestos a asimilar. Y que yo mismo he de postear estos dos párrafos si quiero estar seguro de que dentro de siete días los voy a recordar como algo diferente de los otros miles de párrafos que leeré a lo largo de esta semana.

Bibliografía vintage: recopilaciones de letras de canciones.

The Velvet Underground en Ediciones Celeste
The Velvet Underground en Ediciones Celeste en Ediciones Celeste

Vuelvo a la literatura musical publicada en España hace lustros, y esta vez para hablar sobre la dedicada a reproducir letras de canciones. Y más en concreto sobre las que se publicaron durante la década de los noventa, que son las que mejor he conocido. Sigue leyendo