La vieja publicidad de Everlasting

everlasting1

La imagen que encabeza este post corresponde al disco con una de las portadas más feas que poseo. Se trata de “Everlasting Love”, el cd sampler del sello Everlasting Records que acompañaba a número 23 de la revista Spiral, publicado en septiembre de 1995. Afortunamdamente, el nivel del contenido del disco (incluía temazos de Mercury Rev, Pizzicato Five, The Charlatans, Vic Chesnutt, Red House Painters…) estaba muy por encima de la ilustración de la cubierta. El caso es que al revisar viejas revistas he caído en la cuenta de que este horrible diseño no fue fruto de una mala idea aislada, sino que varios de los anuncios que el sello introdujo durante aquella época en la prensa musical seguían una línea semejante. Sigue leyendo

¿Qué hace interesante a una crítica?

Crítico musical

El otro día apareció en Musicópolis un editorial que reflexionaba sobre cómo las reseñas de discos están perdiendo protagonismo de los medios especializados en música, y sobre cómo les han comido terreno contenidos más frívolos. Pero entonces surge una pregunta: ¿puede que los periodistas musicales hayan dejado de ser interesantes? Una conversación en mi perfil de Facebook que arrancó a raíz de ese artículo me ha dado algunas ideas sobre las cosas que hacen interesante un texto sobre música.
Sigue leyendo

Decálogo para pedir un pase de prensa

Pase de fotógrafo

Durante unos años, la proliferación de blogs, webzines y medios digitales en general coincidió con la temporada de vacas gordas en la música en directo, lo que ayudó a que prácticamente cualquier persona pudiera conseguir un pase de prensa para cualquier concierto. Los promotores estaban dispuestos a contentar a la mayor cantidad de gente que pudieran, y muchos empezaron a solicitar las acreditaciones no como un medio de trabajo sino como un atajo para conseguir un pase VIP. En medios no especializados los pases de prensa para eventos gordos empezaron a ser un premio para empleados que caían bien cuando no había invitaciones formales suficientes para todos. Había quien conseguía pases en nombre de medios que ni siquiera existían. Muchos que ni eran periodistas ni tenían vocación de informar pudieron entrar gratis a todas partes, y también muchos informadores serios terminaron por olvidar cuál era el mínimo que se les debía exigir en su trabajo. Muchos estaban acreditados por encima de sus posibilidades.

Pero llegó la época de vacas flacas, la venta de entradas cayó y las promotoras recortaron de forma drástica el número de personas que podían entrar a un evento sin pasar antes por caja. Así que el que a día de hoy pretenda conseguir una acreditación deberá realizar un mínimo esfuerzo, ya que el oficio del periodista musical se ha visto muy devaluado. Tras varias jornadas de intensa reflexión el Oráculo de Perogrullo me ha revelado una serie de consejos que ayudarán al que quiera ganar puntos a los ojos del que le va a acreditar. Sigue leyendo