La imagen que encabeza este post corresponde al disco con una de las portadas más feas que poseo. Se trata de “Everlasting Love”, el cd sampler del sello Everlasting Records que acompañaba a número 23 de la revista Spiral, publicado en septiembre de 1995. Afortunamdamente, el nivel del contenido del disco (incluía temazos de Mercury Rev, Pizzicato Five, The Charlatans, Vic Chesnutt, Red House Painters…) estaba muy por encima de la ilustración de la cubierta. El caso es que al revisar viejas revistas he caído en la cuenta de que este horrible diseño no fue fruto de una mala idea aislada, sino que varios de los anuncios que el sello introdujo durante aquella época en la prensa musical seguían una línea semejante.
He aquí una muestra de algunas de estas joyas.
Este anuncio de Caroline (de quien dependía Everlsting) aparecía a página completa en el número 121 de Rock de Lux, correspondiente a julio y agosto de 1995. Este espanto gráfico servía para promocionar bonitos discos de The Charlatans, BMX Bandits o Bufalo Tom.
He encontrado en el blog Cuando éramos alternativos la imagen del anuncio que apareció en el número 134 de Rock de Lux (octubre de 1996) con publicidad de discos de Surfin’ Bichos, Jack, Lisa Germano o Throwing Muses. Por otro lado, en la columna derecha del anuncio aparece aquella especie de primitivo Spotify que permitía escuchar los discos antes de comprarlos mediante una llamada a uno de esos carísimos teléfonos 906. ¿Alguien conoce a alguna persona que probara ese sistema? Yo no, y dado que no duró demasiado tiempo no creo que demasiada gente picara. Si alguien tiene más información al respecto, que me deje un comentario al pie del post.
Este anuncio aparecía en el número 9 de la revista Factory, el del trimestre de enero a marzo de 1996.
El caso es que no se centraban en exhibir tías sin motivo aparente. En bastantes ocasiones se limitaban a poner algún chiste incomprensible (RDL 135, noviembre de 1996)…
… o simplemente nefasto (Zona de obras 14, que se publicó en algún momento de 1998).
La verdad es que estos dos últimos ejemplos tampoco son tan diferentes de la promo que hacían en aquellos años otros sellos o distribuidoras como Munster, Subterfuge, Comforte o incluso Elefant.
Como explicación a estos despropósitos podría colar la excusa de que el diseño gráfico en 1995 todavía era una disciplina prácticamente artesanal. Aunque más bien creo que estas exhibiciones feístas eran una opción consciente. Por aquel entonces el indi todavía era un movimiento cercano al underground y poseía una cierta voluntad transgresora, y estos pequeños sellos (lo mismo que algunas de estas revistas) se movían en círculos fanzineros, donde la incorrección política era una constante. Lo malo es que en ocasiones ese ánimo por subvertir códigos estéticos les ponía a la altura de las posturas más reaccionarias. A día de hoy buena parte del así llamado indi ha moderado sus gamberradas; aunque, por desgracia, ese poso rancio no siempre ha desaparecido. Ahí están, por ejemplo, algunos de los videoclips de Supersubmarina, en los que su pulcro acabado no oculta un trasfondo de machismo pijo y cutre. Y ahora con menos gracia que antaño.