La cueva de los sueños olvidados

En la escena que cierra “La invención de Hugo”, el cuento que Martin Scorsese dirigió en un 3D hermoso como pocos, un crítico cinematográfico conversa con Georges Meliès sobre los orígenes del cine y este cita al arte paleolítico como origen de todo. Y si quisiéramos remontarnos a sus orígenes, a las más antiguas de las que se tiene noticia, sin duda las de la Cueva de Chauvet merecen una atención especial. Para los no iniciados, el descubrimiento de estas pinturas a mediados de la década de los noventa del siglo XX supuso una revolución científica que dio un vuelco a la mayoría de las interpretaciones sobre el arte de la prehistoria vigentes en aquel momento. Por un lado, las dataciones revelaron que las pinturas eran decenas de miles de años más antiguas que la mayoría de las conocidas hasta el momento (aunque investigaciones posteriores han revelado que bastantes de esas otras pinturas también eran bastante más antiguas de lo que se pensaba entonces). Por otro, la calidad artística de esos hallazgos era extraordinaria y aupaba a Chauvet al circuito mainstream del arte rupestre parietal, al lado de sitios tan mediáticos como Altamira o Lascaux.

Uno de los detalles por los que se considera que estas manifestaciones son precursoras del cine es por que en ellas se muestran de forma recurrente ciertos trucos (lineas cinéticas, repetición de una misma figura, duplicado de las extremidades, aprovechamiento del relieve de la pared para jugar con las sombras…) que tratan de crear una ilusión de movimiento. Pero por motivos de conservación, ironías de la vida, hasta la fecha no han sido demasiadas las cámaras que han conseguido filmar el interior de la cueva de Chauvet. Así que, aunque solo fuera por ese detalle, el documental “La cueva de los sueños olvidados” de Werner Herzog ya debería tener un alto interés científico. Sigue leyendo

Guía de lectura de los cómics de Jaime y Beto Hernández

¿Recordáis el par de posts que publiqué hace unos meses bajo el título de “Las aventuras editoriales de los bros Hernández”? En ellos trataba de poner orden en el caos que resulta seguir el hilo de los cómics de Beto y Jaime Hernández en su edición en España por La Cúpula. Pues bien, acabo de descubrir que en la web de Fantagraphics –quien publica en Estados Unidos los cómics de los bros- existe una guía de lectura bastante completa de lo publicado por estos dos hermanos. Por supuesto, bastante más completa que la que traté de hacer yo, así que como poco debo reseñarlo en el blog. Ay, si las editoriales españolas se decidieran a currarse de esta manera las cosas que ofrecen, qué fácil sería todo…

Ahí va el link a la guía de lectura –> http://www.fantagraphics.com/index.php?option=com_content&task=view&id=76&Itemid=135

Santos el Suave en el día del trabajo

Los Claveles

Cuando el número de desempleados supera los seis millones de individuos y esa cifra supone el 27% de la población en condiciones de trabajar, el significado del Día del Trabajo, al igual que el de los sindicatos y el concepto mismo de lucha obrera, empieza tornarse bastante confuso. Porque dentro de esa abultadísimo grupo empieza a ser demasiado frecuentre encontrar parados de larga duración, gente que ve cómo se aleja en el recuerdo la última vez que realizó una actividad remunerada. Gente que a medida que pierde la esperanza de encontrar un nuevo trabajo también ve cómo se le olvida seguir el tipo de hábitos (madrugar, acudir a un centro de trabajo en el que relacionarse con otros semejantes, salir de casa para gastar el dinero que se gana en un trabajo…) que hacen que la sociedad bienpensante considere a alguien un español de bien. Gente a la que le resulta difícil recordar lo que quieren decir términos como explotación laboral o trabajo precario, porque ya ni se acuerdan de cuándo fue la última vez que lo vivieron en sus carnes. Y “Santos el suave” de Los Claveles habla sobre ese tipo de vida improductiva y sin sentido.

Sigue leyendo