Fin de año con la familia de la autoinmolación

Self Defense Family

End of a Year es el colectivo de músicos norteamericano que protagonizó uno de los conciertos que más me han emocionado durante este 2012. Fue el pasado julio, en el Takio Fest de Torrelavega, donde dieron una buena lección de post punk denso y gélido.

Se trata de un proyecto en constante mutación, tanto en su formación (el colectivo está integrado por casi una veintena de músicos que van rotando durante las giras) como en su nombre, ya que al igual que a Will Oldham, a estos les gusta de cambiar de denominación. Este verano se presentaron como Self Defense Family. Y este “Self Inmolation Family” es una de las más bellas canciones que he escuchado este año.

Feliz 2013 a todos.

Lo mejor del año: Titanic 3D

titanic

Todo el mundo conoce lo que pasó con la orquesta del Titanic, que para algo su historia se emplea de forma recurrente como metáfora de algo tan ensimismado que permanece impasible mientras ve que llega el momento de muerte. Hacer mención a esta anécdota se ha convertido en un recurso tan sobado que da reparo usarlo, no vaya a ser que alguien piense que hablas del disco de Serrat y Sabina. Lo irónico del caso viene cuando hay que aplicarla sobre la propia película Titanic.

Aquel melodramón con catástrofe de regalo ya parecía cine viejo cuando se estrenó hace quince años, y a pesar de ello durante la pasada Semana Santa se reestrenó sometida a una restauración inútil (vaya forma más ruin de utilizar el 3D) y durante un par de semanas se convirtió de nuevo en un bombazo de taquilla. Ni su historia rancia ni sus efectos especiales noventeros consiguían evitar que todas las gafas de 3D se empañaran con las lágrimas que brotaban cuando empezaba a sonar “My Heart Will Go On”.

Ni a una industria del cine que no ve salida a su situación crítica, ni a un público cada vez más alejado de las salas de exhibición parecieron importarles que todo esto fuera un anacronismo. En los últimos meses, la subida del IVA ha obligado a las salas a elevar el precio de los tickets, lo que unido a la crisis económica ha llevado a que muchos incondicionales de la gran pantalla se lo piensen dos veces antes de pasar por taquilla. Y a pesar del cierre de Megaupload todavía se puede descargar de internet sin excesiva dificultad casi cualquier estreno. Por otro lado, desde hace años las incomprensibles políticas de distribución impuestas por los grandes estudios han dejado las carteleras de los multicines copadas por productos de calidad ínfima, mientras que cintas con mayor interés se estrenan directamente en DVD (si es que llegan a encontrar distribución en el mercado nacional). Y los cines pequeños, que deberían suponer una alternativa, esperan con miedo el momento en que queden definitivamente fuera del mercado ante la incapacidad de asumir los grandes costes que exige implantar la nueva tecnología digital.

Da igual que todo se hunda, nadie quiere que Titanic deje de exhibirse.

Lo mejor del año: la escena independiente norteamericana de los primeros 80

Descendents

Llegadas las últimas semanas de diciembre, parece que uno no es nadie si no repasa lo que más le ha gustado del año que termina, así que no me queda otra opción que escribir unos pocos posts dedicados a algunas de aquellas cosas que han acaparado mi atención durante estos últimos doce meses.

Y una de ellas ha sido el indi americano de los primeros años de la década de los ochenta. Durante este 2012 he visto en directo a Adolescents, a Descendents, a Dead Kennedys, a Jello Biafra y a Meat Puppets. Y si nos estiramos, también Swans entrarían en esa quinta. Solo me ha faltado haber podido acercarme a ver a los Zeros para hacer un pleno. En cuanto a libros, he leído “Tenemos la bomba de neutrones” de Mark Spitz y Brendan Mullen, dedicado a los inicios de la escena punk de Los Ángeles, y también el magnífico “Our Band Could Be Your Life” de Michael Azerrad sobre la escena independiente de los Estados Unidos durante la década de los ochenta. Si reviso lo que he escuchado según las estadísticas siempre inexactas de last.fm, en las primeras posiciones encuentro discos como “I Don’t Wanna Grow Up”, “Milo Goes to College” o “All” de Descendents, “Frankenchrist” de Dead Kennedys o la compilación “Post-Mersh, Vol. 1” de Minutemen. E incluso cinco de los posts que he publicado en este blog hablaban de forma directa o indirecta sobre esta generación de bandas.

En un año en el que las Reagonomics han vuelto con más fuerza que nunca creo que es un ejercicio saludable recordar de qué manera reaccionó parte de la música contra aquella primera ola de neoliberalismo. En los primeros años de los ochenta se vivió la aparición de una red de apoyo mutuo que a lo largo y ancho de los Estados Unidos unió grupos, salas, fanzines y aficionados dentro de una gran escena, en la que el compromiso artístico estaba ligado de forma muy estrecha a una ética de trabajo basada en la autogestión y en una actitud de coherencia y honestidad. Se podría decir que la escena underground vivió un proceso de empoderamiento, por el cual su protagonismo como actores que se movían por un circuito totalmente independiente de la gran industria del entretenimiento.

Y, qué leches, escuchar una música cargada con tanta energía siempre ayuda a que uno se siga sintiendo como un eterno adolescente.

Música sobre música: Dirty Projectors y Black Flag

Rise Above Damaged

A lo largo de la historia del rock algunos músicos se han lanzado a reverenciar a sus artistas de cabecera, regrabando alguno de sus álbumes al completo. Esto requiere una implicación y un compromiso notablemente mayor que aquel que graba una versión de una única canción. ¿Ejemplos? Unos de los primeros en hacerlo fueron Pussy Galore, que allá por 1986 destrozaron tema por tema el “Exhile on Main St.” de los Rolling Stones. Beck, el tipo con una de las trayectorias menos convencionales que recuerdo, presentó hace un par de temporadas una serie de versiones propias de álbumes que iban desde el debut de The Velvet Underground hasta el “Kicks” de INXS. Mención aparte merecen Laibach, versioneadores compulsivos que recrearon en 1988 “Let it Be” de The Beatles, además de haber publicado albumes dedicados exclusivamente a versiones de canciones de corte marcial (“NATO”) o de himnos nacionales (“Volk”). Sigue leyendo

Apocalipsis 2012

El caballo de turín

En menos de una semana me he topado con dos trabajos actuales que representan el apocalipsis. No hablo de profecías agoreras ni mucho menos de la tontuna de los Mayas. Hablo de “El caballo de Turín”, la última película del húngaro Béla Tarr, y del directo del grupo Swans. Sigue leyendo

La entrevista perdida a Los Deltonos

Los Deltonos

En los primeros días de este 2012, poco después de que se publicara “La Caja de los truenos” (2011), tuve la oportunidad de charlar con Hendrik Röver para una entrevista que por cosas de la vida terminó por no publicarse en la edición nacional de la revista Mondosonoro como inicialmente se había planeado. El grupo publica estos días “Saluda al campeón”, la continuación de aquel álbum, y supongo que es un buen momento para recuperar este texto.

A estas alturas creo que todo el mundo es consciente de que hablar con Hendrik es un lujo para todo entrevistador: es un crack como compositor e intérprete con Los Deltonos y en solitario, tras más de un cuarto de siglo pateando escenarios tiene mil historias que contar, es un erudito en el blues y el rock de raíces norteamericano, y además tiene una lengua afilada que no deja de escupir grandes titulares. En ese sentido, el formato de entrevista que se suele emplear en Mondosonoro (más cercano al reportaje que a la reproducción literal del diálogo entre el periodista y el músico) hace que se pierdan un puñado de declaraciones explosivas y de frases lapidarias. Pero, humildemente, creo que al final el artículo no quedó tan mal. Sigue leyendo

Retromania (III)

Retromania

En Retromania, Reynolds presta especial atención a la figura del curator. Como ya comenté hace algunos posts es un término de difícil traducción al castellano pero que vendría a ser algo similar al comisario de arte: el encargado de ordenar todos los elementos de una exposición y dotarla de interés al mostrar conexiones insospechadas entre objetos bien reconocibles. Sigue leyendo