“La imaginación tangible” de Jordi Sánchez-Navarro

Solo conozco dos monografías escritas en castellano que aborden una historia general de la animación cinematográfica. Una de ellas es La imagen animada, de María Lorenzo Hernández (Diábolo ediciones, 2021), a la cual espero dedicar próximamente un post. La otra es La imaginación tangible: una historia esencial del cine de animación, de Jordi Sánchez-Navarro (Ed. UOC, 2020), que comentaré hoy aprovechando que la resaca de la 26ª edición de Animac aún sigue viva

El libro analiza 50 largometrajes que por sus logros técnicos o sus planteamientos temáticos han supuesto un punto de inflexión en el devenir del cine basado en imágenes animadas. Como suele suceder con estos rankings basados en criterios subjetivos, si se toma el listado al pie de la letra el contenido del libro queda un poco pobre. Sin embargo, La imaginación tangible tampoco está planteado como un mero las mejores pelis de dibujos de la historia, sino más bien como una guía con la que orientarse a la hora de profundizar en el inabarcable corpus fílmico que conforma la historia del cine de animación. Por ello, lo interesante aquí es detenerse en los textos que acompañan a cada uno de los títulos destacados y aprovecharlos para descubrir o revisar la ingente cantidad de películas, cortometrajes, series de TV, ilustradores, escuelas de animación e incluso cinematografías nacionales completas sobre las que se habla en este volumen.

Así, La imaginación intangible resulta útil para revisitar algunos de los títulos más taquilleros de la historia del cine, pero también para descubrir nombres que por el motivo que sea han quedado en los márgenes de la historia de la animación

Porque no hay que olvidar que, incluso a día de hoy, buena parte de lo que ha dado de sí la historia de la animación permanece prácticamente inaccesible para el público mayoritario. Los factores que llevan a este oscurantismo son diversos, y hoy no me veo con ganas de desmenuzarlos. El caso es que voy a aprovechar este post para comentar algunos de los descubrimientos o redescubrimientos que me ha propiciado la lectura de este libro. Por cierto, es una lástima que La imaginación intangible apenas incluya material gráfico para ilustrar los textos, porque es complicado hacerse a la idea del aspecto que presentan algunas de las cintas comentadas. No me queda más remedio que fiarme de las capturas chungas que he encontrado en YouTube para hacerme a la idea del aspecto real de lo que parece una colección de joyas olvidadas.  


Mad Monster Party (Jules Bass, 1967)

El título no engaña: la película va sobre una fiesta en la que participan Drácula, el jorobado de Nôtre Damme, el Hombre Lobo, el doctor Jeckyll (y Mr Hyde) o Frankenstein (doblado en inglés por el mismísimo Boris Karloff). Se rodó en stop motion por el estudio que dirigían los productores Arthur Rankin Jr. y Jules Bass, y para el guion se contó  nada menos que con el genio del cómic Harvey Kurtzman.  

Por desgracia, no me consta que Mad Monster Party haya contado con distribución comercial en España ni que a día de hoy esté colgada en ninguna plataforma de streaming. Solo he encontrado unos pocos fragmentos en Youtube, y son deslumbrantes: el diseño de los monstruos es adorable, la animación finísima y los números musicales parecen bastante inspirados. Solo con esto, la película ha entrado directa a lo más alto de las películas que me muero por ver en cuanto la localice.


American Pop (Ralph Bakshi, 1981)

No tengo constancia de haber visto antes escenas de esta película, y me parece increíble, porque pensaba que ya tenía bastante bien documentados este tipo de maridajes entre el punk y la imagen ilustrada. Parece ser que American Pop recorre una saga familiar marcada por el macarreo y la marginalidad, y subraya una presentación gráfica alucinante con números musicales sobre temas de gigantes como Jefferson Airplane, Lou Reed o los Sex Pistols. El director de la cinta es Ralph Bakshi, uno de los grandes de la animación de los setenta y los ochenta, responsable entre otras obras de culto de la vieja adaptación animada de El señor de los Anillos. 

En fin, con ingredientes como estos me cuesta entender qué ha sucedido para que American Pop haya permanecido olvidada durante lustros.


El desván de la fantasía (José Ramon Sánchez y Cruz Delgado,1978)

La obra del santanderino José Ramón Sánchez ha estado muy presente en distintos momentos de mi vida. En mi memoria están grabadas a fuego sus apariciones en televisión, sus presentaciones en la biblioteca Menéndez Pelayo de Santander, sus álbumes ilustrados, sus exposiciones… El caso es que había olvidado por completo esta película, y al leer sobre ella se me han venido encima montañas de recuerdos.

Aunque, por otro lado, echar un vistazo en Youtube a El desván de la fantasía ha supuesto una decepción en toda regla. Casi todo lo que veo parece torpe y hasta un poco feo. Pocos momentos de la peli hacen justicia a la grandeza de Sánchez como creador gráfico. Supongo que la precariedad de medios y la inexperiencia del equipo no daban para mucho más. 

En cualquier caso, sé que estas imágenes entraron como un tornado dentro de mi cabeza de chiquillo de seis años. Gracias al genio como dibujante y como divulgador de Sánchez empecé a apreciar el potencial del dibujo para alimentar la fantasía, y también para transformar la imaginación en algo tangible, que puede ser entendido por aquellos que no están dentro de tu mente. Que son el tipo de cosas con las que hoy sigo obsesionado. 


Rock & Rule (Clive A. Smith, 1983)

Al igual que en el caso de American Pop, parece increíble que no haya tenido noticia de Rock & Rule hasta el día de hoy. Aunque, si se tiene en cuenta  el desastre económico que resultó su producción y su cortísima carrera comercial, tampoco me extraña tanto que haya sido así. De hecho, durante lustros fue complicado echar un vistazo a esta peli fuera de Canadá, lo que fue engordando su estatus como título de culto. En cualquier caso, este thriller bañado en rock y ciencia ficción, y con banda sonora a cargo de Debbie Harry, Cheap Trick o Lou Reed, tiene una pinta realmente apetecible.


Avril et le monde truqué (Christian Desmares, Franck Ekinci , 2015)

Jacques Tardi es un gigante del cómic francés, así que me cuesta entender cómo una película que traslada su universo gráfico y narrativo a la animación no ha contado con distribución en España. Podría entenderlo si se tratara de un fan art de bajo presupuesto y distribución independiente, pero no es el caso. Vamos, que Marion Cotillard y Jean Rochefort se encargaron del doblaje de los protagonistas, lo cual significa que se trata de un taquillazo en potencia. Y entrando ya en el apartado visual, solo con ver el tráiler ya se adivina que Avril et le monde truqué de un trabajo muy meticuloso, que revisa con respeto el inconmensurable legado de Tardi como ilustrador y narrador, pero también lo actualiza para que la película brille por sí misma en la pantalla. 

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