Recuerdo que el día que cumplí 17 años me compré el cómic “Qué horror de apartamento” de Katsuhiro Otomo, y que también alquilé el cd del “Ante todo mucha calma” de Siniestro Total. Me imagino que cuando tienes muy poco dinero y no has acumulado demasiadas cosas en tu vida cualquier pequeño aumento patrimonial queda marcado a fuego en tu memoria. También es cierto que ambos objetos aún permanecen en mi poder, y que me han proporcionado incontables horas de gran gozo. Pero lo importante es que hace 20 años se alquilaban cds. Sí sí, en 1995 por 250 pesetas te lo llevabas a casa por tres días, y ahí podías hacer lo que quisieras con él. Incluso podías devolverlo sin haberlo grabado. Sigue leyendo
Alquilar CDs
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