Getting Up: el grafiti metropolitano en Nueva York

Getting Up: hacerse ver

Pintaba en todos los lugares a donde iba. Todavía lo hago, pero no tanto. No lo haces por las chicas; no parece que se den cuenta. Lo haces por ti mismo. No vas detrás de que te hagan presidente, ni nada de eso”. (Taki, pág. 193)

Acabo de terminar este libro de Craig Castleman sobre el grafiti en Nueva York durante la década de los setenta del siglo pasado, y creo que merece la pena que le dedique un post, y así también aprovecho para cambiar de tema, que ya está bien de tanto hablar sobre música. Sigue leyendo

Música sobre músicos: DJ invitado

Desde que existen los djs (o lo que es casi lo mismo, desde que apareció el rock’n’roll) innumerables artistas han dedicado canciones a esa figura. Las más frecuentes serían las odas al rey de la fiesta al estilo del “Last Night a dj Saved My Life” de In Deep, el “God Is a dj” de Faithless, el “Music” de Madonna e incluso el “Aserejé” de las Ketchup.

En la dirección contraria estarían los artistas que muestran posturas más beligerantes como el reciente “Kill the dj” de Green Day (por cierto, vaya single más flojito se han marcado, ¿no?), el “DJ” que hicieron Dover unos pocos años antes de pasarse sin rubor a la electrónica más chabacana, e incluso los palos que le daba al pincha la protagonista del video de “Smack My Bitch Up” de Prodigy.

En la canción del donostiarra Giorgio Bassmatti el protagonista vendría a ser uno de esos sobre los que esta gente suele cargar sus iras. Esos djs amateur que llegan a poner música a pequeños pubs y encuentran con que dos de los tres canales de la mesa no funcionan, que el lector de cds es un poco analfabeto o que la etapa de potencia petó la noche anterior. Ese que se toma sus sesiones con más ganas que talento, como una misión evangelizadora a la que en el mejor de los casos el público nativo del pub responderá con extrañeza porque no entiende por qué hay que aguantar esa música tan rara en vez de su adorado “Mi realidad” de Lori Meyers, y si las cosas no se dan tan bien una legión de Morriseys tratará de lincharle mientras cantan

Burn down the disco
Hang the blessed dj
Because the music that they constantly play
It says nothing to me about my life

Bibliografía vintage: Ramones

Ramones

Cuando era un crío me gustaban Stooges, MC5 y todo eso, hasta que de repente dejó de interesarme la música. Ya nadie tocaba rock’n’roll. Entonces fue cuand ose me ocurrió que tenía que montar mi propia banda para tocar rock. Pero, actualmente, a nadie parece gustarle el rock’n’roll, no lo entiendo. Si le pregunas a un crío cuál es su grupo favorito, prosiblemente te responda que Bronski Beat. (…) Los críos de antes eran rebeldes, les iba el individualismo. Decían: “que se joda el sistema, que se joda la autoridad”; no querían saber nada de todo aquello. Los chavales antes se arriesgaban, se atrevían con todo, especialmente en los años 60. Creo que los 60 revolucionaron mi modo de vida. No puedo entender cómo los de ahora aceptan las cosas, especialmente la música. Supongo que no saben más. No creo que culture Club o Duran Duran puedan ser modelos a seguir para los adolescentes de hoy en día. A lo único que te motivan es a salir y comprarte un secador de pelo o un sintetizador”. (Dee Dee Ramone, págs. 102-103)

Mientras buscaba documentación para el post sobre la colección Rock/pop Ediciones Cátedra cayó en mis manos el volumen dedicado a los Ramones, y ya que estamos con el tema de los libros de música viejos y me gusta el grupo aprovecho a dedicarle un post exclusivo.
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La mujer que compró el mundo

Yo, Cayetana

Hace unos meses Espasa publicó “Yo, Cayetana”, biografía de Cayetana Fitz-James Stuart, la actual Duquesa de Alba. Lo cierto es que no le había prestado especial atención hasta que me topé con él esta mañana en la librería más cercana a mi casa y me he dado cuenta del más que evidente parecido que existe entre la ilustración de esta portada y la de la cubierta de “The Man Who Sold the World” de David Bowie, que años más tarde se haría llamar el Duque Blanco. ¿Inquietante?

The Man Who Sold the World

Colección rock/pop Cátedra

Queen

Junto a La Máscara, la otra gran editora de libros sobre música popular durante la década de los noventa en España fue Cátedra, que a muchos les sonará por las ediciones de “El Cantar del Mío Cid” o las “Leyendas” de Bécquer que solían mandar leer en el instituto. Pues esta misma contó durante la década de los noventa con una colección dedicada a la música popular.

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