Desde hace diez años esta canción de Family permanece anclada en mi banda sonora de cada mes de noviembre. Y dado que no suelo darme muchos autohomenajes, aprovecho para dedicármela a mí mismo una vez más.
Soy de esas personas desastrosas que no escuchó en condiciones “Un soplo en el corazón” (1994) de Family hasta prácticamente una década después de su lanzamiento. Vale, para cuando llegó el momento ya me sabía al dedillo “Nadadora” -que venía incluida en no sé qué recopilatorio-, “Viaje a los sueños polares” -que era la sintonía del programa de radio del mismo título- y “El bello verano”, -que no estoy seguro de si la conocí por el corto “Mis vacaciones” o si fue en otra parte-. Pero la primera vez que escuché con atención todas las canciones fue en el homenaje a Family que venía con el número de noviembre de 2003 de Rockdelux. En él participaban varios grupos que de un o u otro modo estaban relacionados con el dúo donostiarra. Fangoria, fans confesos de “Un soplo en el corazón”, que se grabó en el Estudio Vulcano del propio Nacho Canut, hicieron de la versión de “Carlos Baila” una de las mejores y más personales del recopilatorio. Le pasaron por un filtro acid house que le dotó de ese ritmo bailable que estaba ausente de la versión original, y apareció un matiz extramusical: Carlos Berlanga había fallecido un año antes, y cualquiera podía suponer que para Alaska y Nacho Canut él era quien bailaba en silencio en la canción.
Y, claro, si Carlos podía ser Carlos Berlanga, también estaba permitido que fuera Carlos Caneda. Desde aquel mismo noviembre me ha gustado pensar que yo también podía vivir dentro de esa canción. Y si podía vivir dentro de esa canción, merecía la pena que de una vez por todas prestara atención al disco original. Y, claro, pronto se convirtió en disco de cabecera. Más vale tarde que nunca. Aunque supongo que mucha más gente también vive ahí dentro, que para algo “Un soplo en el corazón” es el disco de cabecera de medio mundo y la reedición en vinilo que Elefant Records publicó este verano se agotó en cuestión de días.