2017 se me escapa entre los dedos

twin peaks

Desde que arrancó 2017 hasta el día de ayer he publicado diecisiete posts en spam de autor. La cifra es muy bonita y muy redonda, pero para mi gusto también es muy baja. Sin duda ha sido un año lleno de agitación en mi vida, durante el cual no solo he desatendido a Spam de Autor sino también a una montaña de cosas que durante mucho tiempo han ocupado gran parte de mi vida.

Nunca me ha entusiasmado repasar lo sucedido en el año por medio de listas numeradas de forma correlativa. Pero menos sentido tiene hacerlo al final de este 2017 en el que no he podido dedicarme de manera sistemática a casi nada, con lo que cualquier intento de ordenación cuantitativa se vuelve absurdo. Así que prefiero limitarme a hacer una lista con cosas que ahora mismo me apetece recordar. Sigue leyendo

Kraftwerk: Yo fui un robot, de Wolfgang Flür

kraftwerk

Muchas ansias de leer es lo que he debido de tener en los últimos días cuando he devorado a toda velocidad un libro que no me ha convencido demasiado. Porque Yo fui un robot, la autobiografía del ex Kraftwerk Wolfgang Flür, me ha parecido regular tirando a muy floja. Supongo que me ha vencido el mono de lectura, después de unas cuantas semanas sin prestar atención a ningún libro. Aunque también tendrá algo que ver que Kraftwerk sean una de mis mayores obsesiones musicales, y que apenas exista bibliografía sobre la banda. Sigue leyendo

Tiempo de despedidas

Despedida

Esta semana toca hacer el reparto del número de septiembre de 2017 MondoSonoro. La principal novedad que encontraréis en la edición Asturias/Cantabria de la revista será que ya no participo en él como coordinador editorial. Supongo que la mayoría de los lectores no se den cuenta de este detalle (de hecho en este número todavía aparecen un par de textos que llevan mi firma), pero para mí supone un cambio profundo que no quiero dejar sin comentar por aquí blog. Sigue leyendo

La música contra el terror

Leo el artículo que firma David Remartínez hoy en Vanity Fair titulado Reclamemos la música contra el terror, el que reflexiona sobre el atentado que tuvo lugar el lunes durante el concierto de Ariana Grande en Manchester y reivindica la cultura pop como resistencia al islamismo radical: “defendamos esa conquista de la civilización”. Estoy de acuerdo: la música popular debería funcionar como una herramienta para construir ámbitos de libertad desde los que resistir a la esquizofrenia social que nace del miedo al diferente y que se manifiesta en el integrismo religioso, el fascismo político, la xenofobia y el racismo.

Sin embargo, al mancuniano Morrisey le ha faltado tiempo después del atentado para soltar sus habituales majaderías fachas. Ariana Grande no me gusta. Remartínez reivindica en su artículo a Metallica, quienes en su momento manifestaron que estaban orgullosos de que su música se utilizara como medio de tortura en el campo de concentración de Guantánamo.

Me repele un poco la idea de que la música pop sirva como refugio identitario de habitantes arios de la fortaleza europea. Por eso, aprovecho para poner por aquí un puñado de temazos que representan el pop que siento que es importante defender en 2017. Sigue leyendo

Música para adultos

Música para adultos

I. La semana pasada saqué esta foto del expositor de un kiosko. Todas las revistas de “música juvenil” enseñando en su portada a gentes de hace décadas: Chuck Berry, Rolling Stones, AC DC, Helloween… Las únicas bandas actuales son Steel Panther de la portada de Popular 1 (una especie de tributo idiota al sleazy angelino de los ochenta), Mastodon en La Heavy (el titular Emperadores del progresivo lo dice todo) e Imelda May en la Ruta 66 (que se ha vuelto una señorona de lo más aburrida). Queda claro que la prensa ha renunciado a reflejar la actualidad musical para quedarse atrapada en un bucle retromaniaco. Pero esto también es el refelejo de una generación de lectores/oyentes (los que ahora tienen entre 35 y 45 años, que vienen a ser el target de estas publicaciones ahora que los más jóvenes han abandonado la prensa en papel) que juegan (jugamos) a ser jóvenes, pero que en realidad solo viven (vivimos) en el recuerdo permanente de un mundo del pasado. Sigue leyendo

«Cómo funciona la música», de David Byrne

Cómo funciona la música

Estoy seguro de que muchos ya habéis leído ¿Cómo funciona la música? (Reservoir Books, 2014) de David Byrne, ya que hace un par de temporadas se convirtió en un gran éxito (bueno, tampoco tan grande, la verdad) dentro de la literatura musical; si es ese el caso, poco os voy a contar hoy que no sepáis ya de sobra. En caso contrario, no tengáis miedo a seguir adelante con este post, que este libro contiene bastantes cosas muy interesantes. Sigue leyendo

2016: un año imposible de resumir

2016

Pues sí, me está resultando imposible resumir todo lo que para mí ha supuesto este 2016. Pero más que por la complejidad de las cosas que me han sucedido, me está costando horrores hacer un resumen porque no tengo tiempo para acabarlo. Recordaré el año que terminó hace días por haber tenido que desdoblarme para llegar a la mitad de sitios en los que debía estar. Trabajé como un mulo, estudié como un burro y en general malgasté energías e ilusión en cosas que tiene pinta de que tampoco esta vez me van a llevar a ningún sitio mejor. Sigue leyendo

¿Qué es un fan?

Grand Prix

La semana pasada volví a acercarme al BIME pro, la feria profesional de la industria de la música que se celebra por tercer año en el BEC de Barakaldo. Un lugar donde reencontrarse con amigos y compañeros, establecer contactos y alianzas, y ponerse al día de las novedades del mundillo. Todo ello, eso sí, en medio de un ambiente de ostentación y derroche que consigue que uno se sienta como si hubiera vuelto el año 2002, cuando la industria aún nadaba en la ambulancia y creía que el top manta era el único riesgo en el horizonte.

Una vez más, la mayoría de las ponencias a las que he asistido me han parecido flojillas. Más bien han funcionado como excusa para rellenar una programación en la que lo más importante es poner cara y pasar tu contacto a algún colega o quién sabe si a alguna personalidad relevante. En la mayoría de los casos, la dejadez y el poco mimo con que se han preparado estas intervenciones hace difícil que alguien mínimamente conectado con el mundillo descubra nuevas ideas. Por el contrario, la repetición de ciertos latiguillos en estas charlas termina por dejar al descubierto atavismos e inercias casposas propias de un mundo carcamal que nada tiene que ver con la aparente modernidad que envuelve la industria musical. Sigue leyendo