Un repaso al cartel del Primavera Sound 2023

En las últimas semanas le he pegado un repaso intensivo a la programación del Primavera Sound 2023 de Barcelona. Una vez escuchados detenidamente todos los artistas presentes en el cartel, he orgainzado tres playlists -una por cada jornada- y me ha dado por sacar un post con ellas. ¿Es esto publicidad gratis para un festival que no se la merece? Pues sí, soy consciente de que es así: la vida está llena de contradicciones, y este post aún más. Pero si alguien consigue sacar algo interesante de lo que viene en los párrafos siguientes, pues bien publicados estarán.

Este año no asistiré al festival. Ya no vivo a una hora de Barcelona, el precio de los abonos ha subido más de lo que mi bolsillo me permite, y la acumulación de errores garrafales de organización consiguieron que el año pasado terminase un poco harto del Festival. Motivos que se suman a los reparos que dejan en mí todos esos daños colaterales que deja el PS al contribuir de forma activa a la gentrificación y a la masificación turística de Barcelona, al debilitamiento del tejido cultural tanto a nivel local como nacional e incluso internacional, y a la precariedad laboral de una parte importante de sus empleados. 

A pesar de todo ello, todavía me gusta estudiar con detenimiento lo que el Festival programa cada año. Al fin y al cabo, como Feria de Muestras musical, por el Primavera Sound desfila mucho de lo que se prevé que va a molar durante lo que queda de temporada, y lo que el resto de festivales irá contratando durante el siguiente par de años. Además, el PS hace las veces de prescriptor que no compone su cartel con la vista exclusivamente en la rentabilidad económica automática, sino que trata de plantear diálogos entre diferentes corrientes musicales, buscar conexiones entre diversas generaciones, poner en relación escenas locales de distintos puntos del planeta…

En fin, que estudiarse a fondo todo lo que va a sonar en los 1000 escenarios del Festival sirve de ayuda para afrontar con serenidad el drama de los solapes temerarios que se vive en el Parc del Fòrum; pero además, incluso si no se asiste en persona al PS, un repaso concienzudo a su programación permite sacarse unos recopilatorios de música bien chulos, e incluso extraer un diagnóstico urgente de la situación actual del mercado de la música internacional. Y justo estas dos cosas son lo que vienen a continuación.


Las tres playlists: lo mejor del jueves, el viernes y el sábado


Algunas ideas tras repasar entero en cartel

El trap pasó a mejor vida. Puedo contar con los dedos de las manos el número de traperos que he localizado en el cartel. Incluso la presencia de reggaeton ha remitido bastante (aunque nombres como Tokischa, Isabella Lovestory repite una vez más dj Playero, que a estas alturas imagino que ya tien contrato de fijo discontinuo). Lo que hace un lustro muchos vieron como una mortal amenaza contra las esencias del festival, parece que ahora ya no interesa por aquí. Sí que veo asentado el concepto urban, (lo que yo entiendo como una amalgama de hip hop, r&b, cosas latinas, pop y electrónica orientados a un público un par de décadas más joven que yo), dentro del cual encuentro cosas chulas (Villano Antillano, FKA Twigs, Sudan Archives, Pink Pantheress…) pero también echo un poco en falta el aire de transgresión poligonera del trap y el reggaeton de toda la vida.

La electrónica, la fiesta. Para muchos (y yo el primero) no hay mayor pereza que la travesía por el desierto que es el camino desde los escenarios de toda la vida hasta los de la playa, que es donde se concentra la programación más fiestera. Pero, un año más, la selección de música electrónica es impecable. Folamour, Pional, Fred Again…, Two Shell, Overmono, Hudson Mohawke… uf, qué nivelón.

¿Es sensación mía o hay mucho ambient en el Primavera Sound 2023? Quizás sea una tradición y yo no lo había notado hasta ahora. En cualquier caso, apenas he colado nada en las playlists: en mitad del PS no me veo dejando de hacer cualquier otra cosa para encerrarme a escuchar cómo se detiene el mundo. Aunque he de confesar que después de una comilona seria nunca está de más una siesta épica en el Auditori con unas buenas abstracciones sonoras de fondo.

De entre los veteranos, al que iría a ver con más gusto es Eddie Palmieri (ojo, con 87 años). También es posible que John Cale (81 años) dé un buen concierto; aunque las dos ocasiones en que le he visto en vivo (hace ya más de una década) terminé un poco aburrido. Laurie Anderson (76 años) creo que es la tercera de mayor edad del cartel, aunque no me interesa tanto como los otros. Y los hermanos Russell de Sparks también son septuagenarios. En cualquier caso, no me deja de resultar un poco creepy lo de ver ahí artistas que por edad es fácil que no estén en condiciones de dar un espectáculo a la altura de su leyenda. 

El indie boomer sobre el que se asienta la tradición del festival está correctamente representado por Come, Le Tigre, The Delgados o Built to Spill. Por cierto, hasta ahora no me había fijado en que mis queridos Beak> aparecen casi cada año en la letra pequeña del cartel. Por otro lado, el relevo generacional de momento parece asegurado con indies de nuevo cuño como The Beths, Yard Act, Alvvays o Bar Italia.

Grupos de tiza. El slot de caña burra dentro de la programación del PS suele ser un ejemplo de elegancia y excelencia. Este año, a gusto me vería a Bad Religion, Amenra, Boris, OFF! o Soul Glo. Y a Shellac o a Swans, por supuesto, que aunque son casi fijos en la programación también son bandas infalibles. No acabo de tener claro si Turnstile son una gran banda u otra cosa distinta; los que vayan a verlos lo podrán comprobar. Y Ghost me parecen unos horteras de cuidado, y de hecho su presencia en el cartel me parece una mala señal de cara al futuro del Primavera. Sea como sea, me quedo con la sensación de que, en conjunto, este sector de la programación ha quedado menos robusto que en años anteriores. 

Estrellas gentrificadas. Ya me encantaría pillar en directo a Kendrick Lamar, Pusha T, Rosalia, Sudan Archives, Caroline Polachek, Jockstrap, Alex G o Japanese Breakfast. Pero a menudo me cuesta quitarme de encima la sensación de que su música ya no se dirige a mí directamente, sino que funciona como banda sonora edulcorante de todas las cosas chungas que hacen los grandes fondos de inversión que están detrás del Primavera Sound.

Haterismo. El que conozca un poco en cartel del Primavera Sound 2023 seguro que ha echado en falta bastantes nombres gordos en las playlists. Pero es que no voy a meter bandas que haría todo lo posible por evitarlas. The War of Drugs, Laurie Anderson, Black Country, New Road, Karate, Ghost, Bleachers… al pilón con todos ellos. Ojo, y si tampoco están ahí New Order es porque, a pesar de que hayan grabado algunas de mis canciones favoritas del mundo, lo que hacen con ellas en directo es bochornoso.

¿Posibles sorpresas para este año? Pues quién sabe, puede que Joe Unknown, Kyary Pamyu Pamyu, Soul Glo, Bar Italia, The Comet is Coming sean las siguientes bombazos a nivel planetario… En este caso, los que se pasen por el Festival podrán decir si han dado aquello que de momento solo prometen.

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