El pasado fin de semana se celebró el MICA (Muestra de Ilustración, Cómic y Autoedición de Santander) en el Centro Cultural Europeo Eureka de Santander. Organizada por Andrea Galaxina y Alfredo Sao Tropez, ha sido una cita pequeña en dimensiones -la mayoría de las sesiones a duras penas alcanzaron la veintena de asistentes- pero que ha dado lugar a situaciones emocionantes y estimulantes. Aquí va un pequeño resumen de lo que hice y vi por allí.
Primera Jornada
El miércoles por la tarde se programó la primera sesión, que la verdad es que anduvo un poco floja de público. Allí se mantuvo una videoconferencia con el asturiano Alfonso Zapico y el santanderino Pablo Burgueño, ambos residentes en la Casa de los Autores de Angoulème. El asturiano Alfonso Zapico es una de las grandes figuras del momento en el cómic español, una posición confirmada al recibir el premio al mejor cómic español del año en la edición 2012 de FICOMIC. El ilustrador cántabro Pablo Burgueño se encontró con él cuando llegó hace un par de meses a la Casa de los Autores, un punto de encuentro para todo tipo de creadores sito en Angoulème, la capital del cómic europeo.
Estuvieron contando la experiencia de convivir y trabajar codo con codo con lo más inquieto de la actualidad comiquera internacional, así como el funcionamiento del sistema de promoción cultural francés y la visión que el gran público tiene del cómic en Francia. La videoconferencia derivó en una charla con los asistentes que por desgracia terminó en una serie de lamentaciones sobre la precaria situación del cómic en España, olvidado por las altas instancias culturales y por el público masivo (salvo en algunas honrosas excepciones).
Segunda jornada
La velada del viernes estuvo un tanto más animada en cuando a asistencia, y arrancó con la charla titulada “Diseño musical: ¡soy libre!”. El ponente fue Juan Arredondo, diseñador gráfico profesional y componente de bandas como Sierra Nevada, Roman Castevet, Dédalo o Hansoku, que hasta la fecha lleva realizados el diseño de infinidad de carteles de conciertos, de camisetas y de artwork de discos. Arredondo dedicó su intervención a contar cómo se inició en el diseño amateur, cómo fue su aprendizaje y el camino que le condujo a la profesionalización, y también sobre el proceso creativo y el significado de sus trabajos. Fue una cosa amena y bonita como sus diseños, además de que, todo hay que decirlo, siempre da gusto que te expliquen cuáles son las ideas que hay detrás de muchas de las cosas que tienes colocadas en tu estantería.
A continuación, Jesús María Martínez me dejó completamente alucinado. Este hombre posee una enorme biblioteca de fanzines y es toda una autoridad en cuanto a historia del fanzine España, algo que tiene un enorme mérito ya que, como él mismo recalcó, el fanzine es una creación efímera, que no está pensada para perdurar, y hasta ahora nadie se ha atrevido a hacer un inventario exhaustivo de cuanto ha ido apareciendo en los útlimos 40 años. Su charla se tituló “Fanzines de los 80’s”, y se centró sobre todo en lo que él llamó “la edad de oro del fanzine español”, que encuadró entre los años 1975 y 1985. De paso, estuvo mostrando un buen puñado de piezas de aquella época, auténticas reliquias que prácticamente puedo calificar de tesoros de arqueología contemporánea: desde el boletín que Radio 3 publicaba en sus primeros años o los cómics que elaboraba un joven Álex de la Iglesia hasta una infinidad de joyas de autores anónimos. Y, entre todos, varios números de “La mosca detrás de la oreja”, fanzine publicado en Santander a principios de los ochenta del que nunca había tenido noticia y que Jesús María contaba que llegó a tener cierta fama a nivel estatal.
Tercera jornada
No pensaba pasarme por el taller “La Comiquera” del sábado por la mañana, porque eso supondría que iba a tirarme el sábado entero enfrascado en el MICA cuando tenía unos cuantos asuntos pendientes de terminar que me corrían algo de prisa. Pero el calentón que me agarré durante la charla de Jesús María Martínez y la conversación que tuve más tarde con él y con Gelen Jeleton –la encargada de dirigir el taller- en el Pub Metropole consiguieron animarme. Gelen Jeleton es murciana y fanzinera, y también es una licenciada en Bellas Artes que para su tesis doctoral está llevando a cabo un enorme archivo sobre ediciones DIY. Para empezar nos enseñó un buen montón de fanzines de su colección personal además de repasar algunos de sus referentes tanto artísticos como ideológicos. Al final la cosa se fue de hora así que se decidió prolongar el taller después del descanso para comer.
Ya por la tarde pasamos a la práctica, y estuvimos experimentando técnicas para confeccionar publicaciones caseras. Personalmente, encontré este rato bastante estimulante; probar formas de optimizar el espacio de un folio o de grapar fanzines pueden parecer chorradas, pero son el tipo de cosas que facilitan enormemente la confección de un fanzine bonito y barato.
Despues llegó el turno de Fonsi y Pilar, responsables del fanzine Rubor Poscoital, quienes explicaron de dónde les vino el ataque de quinceañerismo que les llevó a empezar con el fanzine, así como la forma de seleccionar los contenidos y el formato de cada número, y también repasaron las presentaciones y el feedback que han recibido tras la salida de cada volumen.
Supongo que alguno ya se habrá dado cuenta de que la documentación fotográfica que acompaña al texto de este post no está demasiado cuidada. De hecho, si no he puesto ninguna imagen de varias de las charlas es porque estaba más pendiente de atender a lo que se contaba que de sacar fotos, ya que de hecho en principio no tenía pensado redactar esta crónica. En fin, que a falta de cosas más apropiadas con las que ilustrar el post aquí os dejo una foto de esta perrina que no recuerdo cómo se llama, pero que nos estuvo acompañando durante todo el MICA, y que hay que reconocer que se portó muy bien y me pareció muy maja.
Como a estas alturas la mayoría ya habíamos cogido confianza suficiente como para andar hablando de todo y todas las mesas que había a mano tenían forma rectangular, la organización decidió saltarse la mesa redonda y pasar directamente al concierto de Atomizador. Jose Atomizador militó en los míticos A Room With a View, y también ha tocado con Ensaladilla rusa y Campamento Ñec Ñec, aparte de llevar una intensa actividad como fanzinero e ilustrador. Y su actuación fue alucinante a todos los niveles. La propuesta era sencilla: él solo con su guitarra, su ukelele y un pedal de distorsión para la voz, tocando microcanciones –versión demenciada de Rocky Erickson incluida- a un velocidad endiablada. Un nivel técnico apabullante -aquello parecía un Andrés Segovia tocando canciones de grindcore psicodélico- y una sinceridad y transparencia aplastantes –a apenas un par de metros del artista se podía percibir perfectamente en su cara cada gesto de duda, de timidez, de vergüenza o de satisfacción- hacen de esta media hora uno de los conciertos más especiales que haya visto en este 2013.
Bueno, que os veo venir ya con que “¿y has necesitado una semana para sacar esta crónica que has escrito en diez minutos?”. Pues sí, este post está escrito a todo correr, pero también he tenido una semana teriblemente ajetreada, terminando los textos para la mondosonoro del mes que viene y, sobre todo, dando forma al Primer Boletín Anual ANDN. No sé si decir que este boletín es el primer fanzine firmado íntegramente por mi persona o mi regreso glorioso después de tanto tiempo al DIY en formato papel, pero el que esto exista evidencia lo fructífero de este taller. Bueno, o quizás solo evidencie que yo me lo pasé muy bien. Pero yo soy el que firmo esta crónica, y si otros no disfrutaron igual supongo que sea porque son gente aburrida.
El boletín me ha quedado gracioso. Otro día os lo enseño.
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