Con el auge de los documentales musicales de los últimos años han proliferado aquellos con una estructura más literaria, es decir, los que dan prioridad a en contar historias sobre músicos más que a retratar la música en sí. Son cada vez más numerosos aquellos que hacen especial hincapié en argumentos sobre superación personal, de caída y redención, o que simplemente tratan de mostrar el lado humano de cualquier artista con el ego henchido: eso a lo que se le suele calificar de historias universales que, potenciadas por el componente freak que suele ir adherido a la figura del músico, terminan por ser atractivas para públicos poco o nada interesados por la música. Un gran documental que se aparta de ese estereotipo sería “Crossing the Bridge: The sound of Istanbul”.
Aquí, Alexander Hacke (que desde hace décadas es uno de los cerebros que anda detrás de Einstürzende Neubauten) recorre la ciudad cargado de micrófonos y cacharros con los que recoge la voz de los músicos con los que ese va encontrando y, sobre todo, el sonido de su música. Dirigida por Fatih Akin (responsable de Contra la pared o Soul Kitchen) el documental es una gozada en cuanto al retrato de una riqueza sonora que recrea el tópico de Estambul como punto de contacto entre Oriente y Occidente, y entre la modernidad y el mundo tradicional. Así, por la pantalla van desfilando cantantes de hip hop, y de música tradicional, bandas de rock psicodélico, de punk o de música electrónica, sonidos de la tradición turca, kurda y gitana, cantautores folk y hasta personajes como Orhan Gencebay, alguien que debe de ser bastante famoso allí y que me pareció una especie de versión otomana de nuestro Manolo Escobar.
Aquí dejo el enlace para ver la película en versión original y sin subtítulos. La verdad es que mucho del sentido de la película se pierde con el idioma, aparte de que la calidad de youtube tampoco es la más adecuada para disfrutar de los sonidos y las imágenes, pero si alguno tiene curiosidad al menos puede hacerse una idea de lo que se puede ver ahí. Que no es otra cosa que un enorme documental para goce de los oídos.