
A principios de 2019, cuando aún quedaban unos meses para mi visita al Primavera Sound de Barcelona, pensé que sería una pena que me pasara el festival dando tumbos entre los mil escenarios del Parc del Fòrum. en busca de algo interesante. La oferta de artistas en el cartel suele ser apabullante, lo que provoca en el espectador un fuerte FOMO: la sensación de que siempre te vas a perder alguna cosa importante por encontrarte en el lugar equivocado. Así que me propuse dedicar algunas semanas a escuchar con atención uno a uno todos los artistas que salían en el cartel, de la A a la Z. Y, de paso, me puse a preparar playlists con todas las cosas interesantes que me iba encontrando.
A partir de aquel año he mantenido esa misma costumbre: empollarme todos los artistas que van a pasar por el Fòrum de Barcelona durante el primer fin de semana de junio. Y eso que hace ya tiempo que perdí las ganas de volver a pisar el festival. A ver, el repaso que hago es sistemático pero muy urgente, así que estoy seguro de que con las prisas cada año estoy descartando cosas importantísimas. Pero pienso que es algo inevitable. Cada año se programan en torno a 200 nombres de la más diversa procedencia y condición; hacer un estudio exhaustivo de todo ello sería casi como preparar un doctorado. A pesar de todo, siempre encuentro un montón de cosas interesantes a las que empezar a prestar atención, así que me resulta útil y divertido entregarme durante algunas semanas a la prospección intensiva del cartel del Primavera. De hecho, el otro día publiqué un post con todo lo que he sacado en claro respecto a la edición 2025.
Bien, pues mientras preparaba las recomendaciones para este año me encontré con todas esas listas viejas que siguen en Spotify, y me ha entrado un poco de nostalgia, y también me he reencontrado con montañas de buena música que ni recordaba que había dejado tan bien ordenada. Así que me he animado a recopilar todas esas playlists en un único post.
2019
Como ya he explicado, este fue el primer año que hice el gran repaso. Y mereció la pena, porque fue una edición gloriosa. Mucha gente puso el grito en el cielo por el peso que el trap y el reggaeton tuvieron en la programación, pero a mí eso nunca me pareció mal. Por otro lado, en aquella edición vi por última vez a Low, vi a Rosalía en todo su esplendor, a Danny Brown, a Julia Holter, a Stereolab o a Kokoshca tocando un repertorio de rumbas. Qué bien lo pasé. Podéis leer aquí la bonita crónica del fin de semana que publiqué en este blog.
2020
Iba a ser la edición número 20 del Primavera Sound, y para celebrarlo anunciaron un cartelón alucinante. Yo tenía las playlists ya preparadas, pero llegó la pandemia y se fue todo al traste. Nunca se llegó a celebrar el Primavera Sound 2020. Aún así, al repasar estas listas me he acordado de mí mismo escuchándolas una y otra vez mientras estaba confinado, y me han venido montañas de recuerdos de esos meses en los que todo se fue a la mierda y yo me preguntaba si alguna vez volvería a estar en un festival de música.
2022
En el 2021 las restricciones por la pandemia seguían vigentes, así que ni siquiera se anunció un nuevo cartel para el Primavera Sound. Tocó esperar hasta el 2022 para que se celebrara la vigésima edición del festival. En principio se anunció que iban a actuar todos los nombres que se habían anunciado para 2020. Sin embargo, hubo cambios y caídas que transformaron el cartel de manera sustancial. Sí, las bajas de gente como Massive Attack, Chromatics o Bikini Kill me resultaron bastante dolorosas.
Aún así, la organización planteó que la de 2022 fuera una edición faraónica. El festival ocupó no uno sino dos fines de semana, y se completó con una abultada programación especial de domingo a miércoles con conciertos en distintas salas de Barcelona. Sobre el papel todo pintaba maravilloso, pero a la hora de la verdad muchas cosas salieron mal. A saber por qué, la organización se vio superada y el festival se convirtió en un sitio incómodo donde nada parecía funcionar como debía. De hecho, Nando Cruz puso el Primavera 2022 como ejemplo de infierno festivalero en el prólogo de su ensayo «Macrofestivales«. Consiguieron que me hartara de estar en el Fòrum y que se me quitaran las ganas de volver por ahí.
Aún así, la acumulación de grandes nombres en el cartel era alucinante, y por ello estas playlists también lo son. Solo me preparé las listas de recomendaciones por días para el primer fin de semana (que fue en el que yo asistí), ya que las listas por estilos me iban a quedar muy parecidas a las que preparé para 2020. En cualquier caso, las comparaciones con lo que hay programado para 2025 son dolorosas: cualquiera de las jornadas de aquel año tiene una playlist un 30% más larga y más densa que las que publiqué la semana pasada.
2023
La organización del Primavera Sound se vio fuerte en 2023, y por ello trató de expandirseen múltiples direcciones. Por un lado buscaron convertirse en una especie de franquicia global, y para ello programaron ediciones del festival en ciudades como Los Ángeles, Sao Paulo, Santiago de Chile, Buenos Aires o Londres. Por otro lado el festival llegó a Madrid, ya que se intentarón que pasara a tener una doble sede compartida, algo parecido a lo que se hizo con el Summercase unos cuantos lustros atrás.
Casi todos aquellos experimentos salieron mal, y prueba de ello es que nunca se han vuelto a repetir. Por otro lado, ese año desaparecieron los escenarios de la playa al otro lado del puente, que en las ediciones anteriores habían albergado mucha de la electrónica y la música urbana, y empezó a notarse (aunque tímidamente) un retroceso de los estilos minoritarios, las rarezas y los caprichos en la programación. En cualquier caso, una vez más el cartel era magnífico (y ya hablé sobre ello en este post), y por eso estas playlists quedaron tan chulas.
2024
Me tiré los meses anteriores al Primavera Sound 2024 encerrado en la bilbioteca para preparar mi oposición. Con la cabeza en otra parte, ni siquiera fui capaz de terminar de confeccionar todas las listas. Aún así, dejo por aquí lo que llegué a preparar. La impresión que dejaba es que el cartel era mucho menos ambicioso que en años anteriores, y eso que el precio de las entradas para el festival se disparó. Supongo que la acumulación de trompazos organizativos (la edición cancelada por la pandemia, los batacazos con los experimentos de expansión en 2022 y 2023) habían agotado las ideas y el presupuesto del festival, así que tocaba apostar por lo seguro. O quizás ir diciendo adiós a la esencia del Primavera. Pero bueno, seguía habiendo mucho y bueno que rascar por ahí.