Grand Theft Auto V salió a la venta el 17 de septiembre, y tan solo tres días ya había conseguido ingresos de 1.000.000.000$. Y eso que no se ha lanzado todavía en mercados gigantes como los de Japón y Brasil. Y ni crisis ni leches: fuentes fiables me comentan que en las tiendas españolas también se ha vendido como churros.
Mil millones de dólares en tan solo tres días. Se trata del videojuego que ha alcanzado esa cifra más rápidamente hasta la fecha. Si fuera una película, ya estaría escalando a los primeros puestos de las más taquilleras de la historia. No he encontrado ningún ranking de las películas que han alcanzado mayor recaudación en el fin de semana de su estreno, pero pondría en el fuego a que jamás una película ha hecho una caja así. “Thriller” de Michael Jackson, el disco más vendido de la historia, colocó 65 millones de copias en más de cuarenta años; si, pongamos, cada copia se hubiera vendido por 15€, habría tenido unos ingresos de 975.000.000€ (1.300.000.000$). Si tomo como referencia esos 15€ figurados, solo el “Back in Black” de AC/DC -en tiendas desde 1980- ha igualado esa cifra. Parece irónico que la compañía que ha creado el GTA V se llame Rock Star: realmente pocas estrellas del rock han logrado acaparar en los últimos tiempos tanta atención como ellos.
Supongo que ya hay quien se está llevando las manos a la cabeza por tamaña afrenta a la industria cultural. Yo creo que no es para tanto: no he jugado todavía a este GTA V, pero sí le he metido muchas horas a alguno de los anteriores episodios de la saga y a otros títulos de la compañía Rock Star y no me cabe duda de que va a ser un entretenimiento mucho mejor a casi cualquier nivel que cualquiera de las diez películas más taquilleras de la historia. Lo que ocurre es que a la industria del cine se le ha olvidado cómo se satisfacen ciertas demandas del público, y la de los videojuegos ahora mismo sabe como nadie cómo crear grandes entretenimientos. De hecho, durante este 2013 se ha visto cómo un buen puñado de costosísismas superproducciones del Hollywood más palomitero se han arrastrado por las taquillas; a pesar de que los mastodónticos despliegues promocionales de muchos de esos estrenos, el interés de esos productos es mucho más que dudoso. No me cabe duda: la industria del videojuego es capaz de ofrecer una pirotecnia más espectacular, más intensa y durante muchas más horas que cualquier franquicia actual de cine de superhéroes.
Pero la mayoría de los medios de comunicación españoles serios ni siquiera han dedicado unos segundos al anuncio del lanzamiento ni a la burrada de dinero que se ha movido: estaban ocupados en hablar del estreno de cosas tan acartonadas como “Rush” o “Jobs”. Y los que lo han hecho no han dejado de recalcar que en la saga GTA hay drogas, sexo, muerte y (¡cielos!) lenguaje soez. ¿Es esto preocupante? Pues no más que cualquier otro día, si tengo en cuenta que casi nunca cuentan nada sobre las cosas que yo alabo en este blog.
En fin, me gustaría hacerme con una copia del GTA V en las próximas semanas, y espero que me deje las suficientes horas libres para escribir muchos posts por aquí. Lo que está claro es que no me va a robar tiempo de descubrir música, cómics y libros que realmente valgan la pena: con dejar de ver series sosas y cine basura se gana bastante tiempo para dedicar a cosas útiles.