Desde hace algunos años, uno de mis entretenimientos youtuberos favorito lo encuentro en buscar las imágenes del Festival Ultra que tiene lugar en Miami durante el spring break. Es un evento enorme enorme (aunque la verdad es que no tengo ni idea de la cantidad real de público que pasa por él), que se puede seguir en directo vía streaming y del que siempre es fácil encontrar vídeos en los días siguientes. Este 2016 tuvo lugar el fin de semana del 25 al 27 de marzo, el mismo en el que las procesiones de Semana Santa tomaban las calles por aquí. Y hoy toca comentar algunas cosillas sobre este santo tinglado.

Me gusta echar un ojo a estos vídeos por varios motivos. Por un lado, aunque la mayoría del cartel suele resultarme un tanto anodino (demasiado EDM, house y hasta trance comercialote), echar un ojo a lo que suena por ahí permite que me haga una pequeña idea de lo que está de moda en el panorama ravero internacional, y a veces también para descubrir algunas joyas.

Por otro lado, los montajes de luces, sonido y escenarios en este festival son increíbles. Muestran un grado de aparatosidad que no tiene parangón en ningún espectáculo de música pop tradicional del que yo tenga noticia. Luces, pantallas y otros cacharros de dimensiones ciclópeas y de carácter casi fascista hacen que el entorno tenga un aspecto más cercano al de un parque de atracciones que al de un fiestón al uso. Simon Reynolds ya hablaba sobre este fenómeno tan netamente estadunidense a lo largo de Energy Flash, donde revisaba la particular evolución que había vivido la escena de la música electrónica al otro lado del Atlántico, siempre más desmesurada y extravagante que en Europa.

Y también me gusta ver al público. Aunque los objetivos de las cámaras suelen estar más pendientes de los djs, las pantallas y los fuegos artificiales, si se pone atención se perciben comportamientos y vestuarios que, dado que no tengo especial interés por acercarme a Miami para vivir aquello público, solo podré conocer a través de esta vía. Bueno, tampoco es que esto sea una exhibición de atrocidades como las que salían en Spring Breakers, pero se dejan ver algunos detalles interesantes desde un punto de vista sociológico.

En fin. Aquí va una muestra de cómo han sido los escenarios del Ultra de hace un par de fines de semana. Veo esto y me acuerdo del Eddie siempre estropeado de los conciertos de Iron Maiden, y no puedo evitar sentir un poquito de lástima.

Me ha encantado esta arañita, y también el nombre del dj (en este caso Maceo Plex) en la fachada del rascacielos de al lado.

Este es el escenario por el que pasaban las estrellonas del nivel de Hardwell, Pendulum, Avicii o los de estos vídeos: Tiestö y Afrojack. Como es de esperar, es el mayor de todos, y tiene un aspecto imponente. Por cierto, qué horrible es la pinchada de Tiestö.

Carl Cox este año tenía un escenario para él solo que se llamaba Carl Cox & Friends, en el que además de él mismo también pincharon grandes del technazo como Marco Carola o Richie Hawtin. Al lado de esto, la carpa de cualquier otro festival se queda al nivel del toldo verde de la barra de las fiestas de Prellezo.

No me queda claro si ahí arriba hay una persona pinchando o si es solo una torre con altavoces para escuchar de lejos lo del escenario que se ve al fondo por detrás.

Y este es el escenario donde tocaban «los grupos» en un sentido más tradicional, en plan Prodigy, Caribou, Crystal Castles… Es bonito pero tiene un montaje infinitamente más sencillo, supongo que para que no sea tanto lío a la hora de cambiar el backline.

Cómo me gustan Purity Ring, y qué mal se escucha este vídeo.

Por cierto, ahí va otro vídeo grabado durante la actuación de Purity Ring. ¿Os acordáis de cuando estaba de moda ir a los conciertos a hacer cosas con boleadoras? Pues esto debe de ser la versión de las boleadoras para los así llamados millenials y demás individuos pertenecientes a la generación de Snapchat.

Y este último parece que es el escenario en el que se juntan los que van más a tope y los macarras. Aunque, todo hay que decirlo, la sesión de OWSLA All Stars me ha resultado divertida. Suena brostep a saco aunque, más que las luces o el sonido, lo que me alucina en este vídeo es el pogo trapero que montan los que aparecen en la parte de abajo a la derecha de la imagen.