Rock Beer the New: el documental

Rock Beer the New

Por fin se ha publicado en Youtube la versión íntegra del del primer documental dedicado a Rock Beer the New, la sala de conciertos más mítica de Santander. Y ya es casualidad que el estreno se anunciara justo mientras yo estaba preparando el post de despedida a Óscar Nexus, en el que dejé caer que el New es uno de esos sitios imprescindibles en la ciudad a los que debería haber prestado más atención en este blog. De esto han pasado ya un par de semanas, así que la mayoría de los habituales del local ya le habréis pegado un buen visionado. Pero, aunque soy consciente de que voy un poco tarde, no quiero dejar ni al documental ni al blog sin su entrada en Spam de Autor.

Inaugurado en 1987, Rock Beer the New es la sala de conciertos más veterana de Santander, y creo que en toda Cantabria solo Los Picos de Liérganes lleva más años en funcionamiento. También es el local que durante los últimos lustros ha mantenido una programación más nutrida y regular, y lo ha logrado a pesar del acoso policial y las constantes zancadillas administrativas. Y, más allá de los números, la relevancia del New dentro de la vida cultural y social de Cantabria es enorme. La apertura de miras y las facilidades que da la sala a la hora de programar conciertos han hecho del New el mejor lugar para escuchar bandas emergentes y propuestas underground, además de funcionar como punto de encuentro entre todo tipo de gente con unas inquietudes que se apartan de lo mayoritario.

Rock Beer the New

Y el documental trata de explicar todo esto. La gente de la productora Hurria recogido testimonios de Juan Luis y Lucy Kilmister -los responsables del local-, supervivientes de la vieja guardia del New –Roberto Moratinos, la gente de Mordor o de Antiklerikal-, y miembros de algunos de los colectivos y bandas que han tenido más protagonismo en el local durante los últimos años (la gente del InfestBurning CuchilloVoltaje CadáverProducciones Tudancas o Noche de Rock).

Se echan en falta muchas voces y muchos rostros sin los cuales no puedo imaginarme el New, y hubiera estado bonito que apareciera más documentación de archivo con fotos, audios y vídeos de épocas anteriores. Pero es inevitable que se queden fuera cosas cuando se comprimen más de 30 años de historia en apenas 45 minutos. Estoy seguro de que un repaso exhaustivo daría para una serie televisión de varias temporadas de las de veinte episodios bien salvajes, divertidos y sin partes de relleno. En cualquier caso, pienso que todos los testimonios que aparecen merecen el hueco que ocupan en la pantalla, y el resultado final es tan divertido como emocionante.  


PD – En el momento se rodó el documental recibí aviso por si quería participar. Por líos de agenda me lo perdí (creo recordar que aquel día me tocaba pinchar en algún otro lugar) y me dio bastante rabia. El caso es que ahora que he visto el resultado me alegro de que fuera así. Las cosas que cuentan los participantes me parecen bastante interesantes, y a día de hoy no me veo exponiendo de forma clara y con gracia las mil ideas que me vienen a la cabeza cuando pienso en el New.

Hay bastante gente que ha pasado allí dentro mucho más tiempo que yo, y también muchos que han dejado una huella mucho más profunda en el local. Pero eso no quita para que haya alternado bastante por allí a lo largo del último cuarto de siglo, y haya tenido tiempo para hacer prácticamente de todo, tanto fuera como dentro de la barra. Coño, que incluso me vi desde las gradas el mítico concierto de Antxoa Smith que se menciona en el documental. Quizás entonces lo correcto sería organizar con calma mis recuerdos y darles forma de posts para este blog. Podría quedar algo chulo, aunque hay tantas cosas que contar que me llevaría muchísimo tiempo. Quién sabe, igual algún día me decido y acabáis leyéndolo por aquí.

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