Dietario de cómics (II)

Hace unas semanas me hice una cuenta en Reddit, y uno de los primeros subreddits a los que me subscribí fue /graphicnovels. Supuse que ahí los usuarios estarían comentando novedades editoriales interesantes que van apareciendo en los mercados guiris, para así estar al día y anticiparme a los lanzamientos en castellano. Bueno, pues va a ser que no. Los participantes se limitan a colgar fotos de sus colecciones particulares o de sus adquisiciones más recientes. Y en ambos casos estas muestran montañas de reediciones integrales de clásicos -V de Vendetta, Watchmen, Sandman, Akira, Agujero Negro, o alguna saga clásica de Marvel o DC-, que viene a ser justo lo primero que se encuentra uno cuando se acerca a la sección de cómics de la Fnac, Casa del Libro, El Corte Inglés o cualquier otra cadena de librerías random. 

De esta forma, el subforo funciona casi como un folleto publicitario de cualquier gran editorial. Todo el mundo postea mensajes idénticos, como si se hubieran convertido en bots involuntarios que solo saben esparcir lo que en cualquier otro contexto sería calificados como spam puro y duro. Yo buscaba un lugar donde charlar sobre las alegrías y las penas que proporciona la lectura de historietas, y aquí encuentro que no hay ninguna conversación posible: prácticamente lo único que diferencia una imagen de otra es el color de la estantería.

En fin, mi moraleja de hoy es la misma que utilizo siempre para casi todo: no utilicéis internet para convertir la vida en algo aún más gris y aburrido de lo que ya es. Y, dicho esto, paso ya a lo importante, que es comentar algunas cosillas sobre Tarde en McBurger’s de Ana Galvañ, El procés explicat als idiotes de Roger Peláez, y la revista Voltio


tarde en macburger's - ana galvañ
tar

Tarde en McBurger’s, de Ana Galvañ (Apa Apa Cómics, 2020)

¿De qué va el nuevo cómic de Ana Galvañ? Pues no es sencillo de explicar, y supongo que ahí reside parte de su grandeza. Aquí aparecen un grupo de amigas y una visita a la hamburguesería, y de ahí van surgiendo secretos, decisiones, confesiones y sorpresas que desafían la realidad tal y como la conocemos. Más que como una historia lineal, Tarde en McBurger’s funciona como una bomba de sensaciones que te van sacudiendo desde el desconcierto hasta la inquietud. 

En este tomo hay pocas viñetas y aún menos diálogos. De hecho, en bastantes páginas parece que las formas y los colores transmiten más información que las propias palabras. Esto hace que Tarde… se lea en menos tiempo que lo que he tardado en escribir estas líneas. Alguna vez he comentado que me da pena gastarme dineros en cómics que apenas me aportan cinco minutos de lectura antes de alcanzar su eterno descanso olvidados en una estantería; sin embargo, cada vez que vuelvo la vista sobre las páginas de Tarde… descubro nuevas maneras de entender lo que ahí aparece. Claro, si se concibe el consumo de cómics como una competición por devorar la mayor cantidad de títulos en el menor tiempo posible (que es lo que se promueve en el Reddit que comenté en la introducción) no hay mucho que hacer con el trabajo de Ana Galvañ. Pero entiendo que esta autora se dirige a quienes no tienen miedo a perderse en cada página durante minutos. O incluso durante horas. 

Evidentemente, no todo el mundo estará dispuesto a entrar a este juego. Pero, el que se deje hipnotizar, gozará. Mucho. 

A todo esto, la murciana Ana Galvañ es mi favorita dentro de la oleada de autoras femeninas que han irrumpido últimamente en el panorama del cómic español. Su anterior novela gráfica, Pulse enter para continuar (Apa Apa Cómics, 2018) está también de lujo y ha conseguido distribución en Estados Unidos de la mano de Fantagraphics, lo cual es todo un triunfo. Si no os suena por esto, seguramente sí que habréis visto sus cada vez más frecuentes trabajos como ilustradora para prensa y publicidad. En fin, que todos los reconocimientos que le vayan llegando serán bien merecidos. 


Roger Pelaez - el procés explicat als idiotes

Roger Peláez – El procés explicat als idiotes (Ed. Males herbes, 2018)

Cada jornada entre el 22 de septiembre y el 22 de diciembre de 2017 (esto es, desde el día  siguiente al registro judicial de la Conselleria d’Economia de la Generalitat que provocó una concentración masiva a sus puertas hasta el día de las primeras elecciones catalanas post 1-O) Roger Peláez dibujó una página a modo de diario. Y eso es justo lo que recopila este cómic. 

Peláez es el tío que más me hace reír panorama catalán. Fuera de aquí es posible que solo les suene a los lectores del TMEO, pero el tío anda metido en unos cuantos fregados que bien merecen lseguirles la pista. Entre todos, me quedo con Maximum Clatellot, que es uno de mis podcasts de cabecera. 

El caso es que, como en todo lo que suele hacer Peláez, en El procés… coge lo que acontece en  la vida social, la política y la cultura, lo mete en una trituradora punk y se queda con lo más escatológico de ese picadillo. Y un panorama tan desquiciado como el que se vivió durante el otoño de 2017 da para mucho. Así que cada una de las noventa páginas es un caos en el que se lanzan collejas en todas direcciones que ponen en su sitio a una infinidad de majaderos y majaderías que se vieron desfilar durante aquellos meses por delante de nuestras narices.

Claro, esta avalancha de referencias a personajes y situaciones pegados a la vida local les resultará completamente ajenos a los que no mantengan un mínimo contacto con la realidad cotidianda de Cataluña. Lo siento por vosotros: os vais a perder un cómic bárbaro.


Voltio (Eds. La Cúpula, 2016-2017)

Echo mucho de menos las revistas que reúnen cómics y que sirven como muestrario del trabajo que están realizando diversos guionistas e ilustradores. Allá por los noventa eran relativamente abundantes, y ni sé a cuántos autores conocí a partir de ellas. Bueno, a día de hoy sí que continúan existiendo fanzines que funcionan de esta manera, pero su distribución suele ser complicada, y no es sencillo acceder a ellos cuando no se tiene a mano una librería que trabaje específicamente con este tipo de materiales.

El caso es que entre 2016 y 2017 Ediciones La Cúpula (una editorial grande con amplia distribución) publicó tres números de la revista Voltio, que recopilaba trabajos cortos de distintos autores relativamente jóvenes. Y, bueno, me ha gustado mucho tanto por los cómics en sí como por la posibilidad de ir apuntando nombres nuevos sobre los que investigar. 

Si lo comparo con viejas revistas al estilo de El Víbora, La Comictiva o El Cairo, Voltio presenta un espíritu menos cafre y una carga sexual mucho menos venenosa. Sin embargo, el nivel gráfico es más que notable, la variedad de técnicas tanto de ilustración como de narración es más variada y la personalidad de cada autor se muestra bastante bien perfilada. Vamos, lo que cabe esperar de una generación de autores que ya no se ven obligados a sobrevivir anclados en el underground. Aquí hay un nivelón bien alto. 

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