2024 (II): paz llevas

El año que termina me ha dejado muchos grandes momentos de escuchar música, ver películas, leer cómics y estar con gente maravillosa. Voy a comentar algunas de ellas según me vayan viniendo a la cabeza en el último rato antes de salir de casa para la cena de Nochevieja, supongo que sin demasiado orden ni sentido. No os asustéis, que son poquitas y no voy a colgar ninguna lista.

Rock Beer the New

Este año he visto en concierto en esta sala a ¡Miau!, a Los Chicos, a Boom Boom Kid, a Reverend Beat Man, a Inerth, a Viuda, a Magia Bruta, a Atomizador y a muchos más. Con lo aburrido que está el panorama musical en Santander, es un lujo seguir teniendo un local con una programación tan abundante, arriesgada y sorprendente. De verdad, si un día cierra esta sala no el mundo de la música de esta ciudad se va a quedar huérfano y desamparado. 

Canela Party

Creo que cualquiera que ande por este blog ya habrá escuchado decenas de leyendas sobre el Canela, y después de haber asistido a la edición de este verano puedo dar fe de que casi todo lo que se cuenta es real. El cartel es sobresaliente, el trabajo de la organización es impecable y el público es formidable. Yo, que cada año que pasa siento menos ganas de enfangarme en grandes festivales, he recuperado la ilusión por los macrosaraos en la ciudad donde se rodó “Karate a muerte en Torremolinos(Pedro Temboury, 2003).

En cualquier caso, que me tirara el primer semestre del año sin apenas asistir a conciertos no quiere decir que me haya perdido todo. Haciendo balance, y sin contar a la pila de grupos que solo he visto en festivales o en el New, me sale que he visto conciertos memorables de Heavenly (Sala Galileo, Madrid), Cala Vento (en el Escenario Santander, en Torrelavega Sound City y también en Torremolinos), The Lemon Twigs (en el Antzoki de Bilbao y en Torremolinos), Gorka Urbizu (Escenario Santander), VVV [trippin’ you] (en Torremolinos también y en el Niágara de Santander) o Guadalupe Plata (Sala Manolita de Lleida).


Cine Infinito

La programación de películas proyectadas por esta asociación es inabarcable. Decenas (si no cientos) de títulos de cine marginal en toda la amplitud del término. Todo un deleite para el espectador inquieto y un poco masoquista. Seguir todo lo que hacen es una tarea hercúlea, peor aún así me siento dichoso de haber visto en pantalla grande barbaridades del calibre de “Burst City” (Sogo Ishii, 1982) o Kamikaze Hearts (Juliet Bashore, 1986)

Y más allá de esto, a cuenta de los cines Groucho de Santander y lo que está disponible en Filmin he conseguido recuperar un poco el ritmo de ver películas con regularidad. A ver si encuentro el momento adecuado y vuelvo a escribir sobre cine en el blog. 


Cómics
He seguido leyendo muchos, muchos cómics, pero si me pongo a repasar en novedades de este año, no me sale casi ninguna memorable, más allá del cierre de la trilogía Laberinto de Charles Burns y el inicio de Tokio día a día de Taiyo Matsumoto. Por lo demás, los mayores placeres comiqueros en 2024 los he encontrado en cosas viejísimas, como Lamu/Urusei Yatsura de Rumiko Takahashi, Joe del mañana de Ikki Kajiwara e Tetsuya Chiba o, un año más, Tintín de Hergé. En fin: a ver si encuentro el rato para volver a publicar en el blog posts gloriosos que hablen sobre cómics.


Discos y canciones

Pues aquí van las portadas de los 36 álbumes que dice Last.fm que son los que más veces he escuchado a lo largo de los últimos 365 días, y a continuación una playlist con canciones que me fueron gustando a lo largo de 2024. 

2024

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