Desde principios de junio, la exposición Días de Vinilo ha ocupado buena parte del espacio del MAS (Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander). Esta muestra, dedicada a explorar los vínculos entre la música popular y las principales corrientes artísticas de las últimas décadas a través de las portadas de los discos, me ha proporcionado grandes alegrías durante este verano, por lo interesante de sus contenidos y porque el Museo se encuentra al lado de mi casa, así que no he tenido problema para tirarme ahí dentro durante horas y horas. Además de que Alfredo Santos y Laura Crespo (los responsables de deacMAS, el departamento de didáctica y acción cultural del museo) son unos grandes, y que también he oportunidad para conversar largo y tendido sobre la muestra con su comisario, F. Javier Panera. Así que había pensado escribir un bonito post como despedida de la muestra, cuya clausura se había programado para el 18 de septiembre; pero me acabo de enterar de que esta se ha prorrogado de forma indefinida, así que solo me queda recomendar que, si no habéis pasado todavía por ahí, os acerquéis antes de que sea demasiado tarde.
A pesar de lo que pone en el título, no creo que esto sea lo mejor-mejor de la muestra. Bueno, alguna que otra de estas portadas sí que creo que lo es. El caso es que con este post me apetece resaltar algunas cosas interesantes de la muestra, un poco más allá de las imágenes evidentes del plátano de la Velvet, el Sgt. Peppers o el «Unknown Pleasures» de Joy Division.
Nota: intenté confeccionar este post solo con fotos tomadas por mí de los propios ejemplares de los discos expuestos. Sin embargo, mi inutilidad como fotógrafo me ha impedido corregir los brillos y los raros que el cristal de las vitrinas deja en las fotos, así que todas las imágenes que aparecen a continuación están tomadas del internet, excepto la de Sonic Youth y las de FKA Twigs que sí que son mías.
- The Paragons Meet The Jesters – Jubilee/Josie (Portada sin acreditar, 1959)
Cuero, macarreo, tensión violenta y sexual, una persona que se agarra un pie con la mano… esta portada lo tiene todo.
- Cocteau Twins – Treasure (23 Envelope, 1984)
La portada es una preciosidad, y el contenido del disco también. Se trata de uno de mis diseños favoritos de toda la exposición. Aunque, al igual que con el anterior, apenas he encontrado información precisa sobre la autoría del artwork.
- Sonic Youth – Goo (Raymond Pettibon, 1991)
Soy fan a muerte de Sonic Youth, de sus portadas, y también de las ilustraciones de Raymond Pettibon; de hecho, el rinconcito dedicado a las portadas de Black Flag, Sonic Youth y Off es uno de mis favoritos de esta exposición. Pero “Goo” no se encuentra en mi top de discos preferidos de SY, y la verdad es que estoy un poco aburrido de ver por todas partes la portada de la parejita. Así que prefiero destacar esto otro: me parece maravilloso que en una muestra titulada “Días de vinilo” se deje un hueco para la portada de un Láser Disc. ¡Larga vida a los formatos inútiles y olvidados!
- Isaac Hayes – Hot Butterd Soul (Bob Smith, 1969)
En palabras de Javier Panera, “esta portada representa una polla”. Y no seré yo quien le lleve la contraria.
- John Coltrane – Blue Train (Reid Miles/Francis Wolff, 1957)
Sin ser yo muy de jazz ni nada de eso, debo decir que los diseños de las portadas de los discos clásicos de jazz norteamericano me parecen futuristas. Composición, colores, la fotografía… Y, más en concreto, siempre me ha hecho mucha gracia cómo los diseños de las portadas del sello Blue Note terminaron inspirando la portada de “El viaje de Copperpot” de La Oreja de Van Gogh. Y es que los caminos del arte son inexcrutables…
- Triángulo de Amor Bizarro – Salve discordia
¿Culo o codo? ¿Portada guapa u horrible? El delirio místico de TAB ha terminado por generar una portada así, una especie de pastiche de mitología neoclásica y estética de la Ruta del Bakalao. En cualquier caso, me gusta destacarla porque es (junto «Black Star» de David Bowie) el único disco de la muestra editado en este año 2016.
- David Bowie – El rey del gay power (1978)
Esto es una de esas cosas tan bizarras que si no fuera porque mi amigo Buby tiene una copia de este disco pensaría que se la habían inventado para poder incluirla en la exposición. En 1978 el sello Deram publicó este recopilatorio de Bowie para el mercado español, y no se le ocurrió una manera mejor de publicitarlo que sentando al Duque Blanco en el trono del Gay Power.
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Desechables – Buen Ser-vicio (Ana Torralva, 1985)
Me encantan el disco y la portada. Tanto el uno como la otra tienen un algo que siento que les pone un poco por delante del pelotón del punk ibérico de los ochenta.
- Miles Davis – Bitches Brew (Mati Klarwein, 1970)
Surrealismo, negros y la libertad. La portada no podía ir mejor con el disco.
- La Mode – El eterno femenino (Montxo Algora, 1982)
¿La mejor portada española de los ochenta? Yo voto SÍ.
- Pulp – This is Hardcore (John Currin/Peter Saville, 1997)
Desde siempre me alucinó el diseño tanto de la portada como del libreto de este disco, basado en la imaginería decadente del porno. Bueno, en general todo el aspecto gráfico y audiovisual de las cosas en las que participa Jarvis Cocker suele ser brillante. Pero ha tenido que venir esta exposición para que yo haya descubierto que los diseños del “This is Hardcore” nacen del trabajo conjunto entre el artista norteamericano John Currin y el británico Peter Saville, el responsable de las portadas de Joy Division y New Order.
- Judas Priest – Killing Machine (Roslav Szaybo, 1978)
Iba a empezar comentando que no soy demasiado fan de la música de Judas Priest, pero coño, si el nombre que he utilizado pinchar en los últimos años es Turbolover tampoco es que les tenga tanta tirria. Bueno, el caso es que muchas de las portadas que hicieron hasta «Ram it Down» (1988) me parecen increíbles. A partir de «Painkiller» (1990) la mayoría de sus diseños me parecen unas horteradas de tomo y lomo, pero lo que hicieron antes son de lo más increíble que se ha usado para ilustrar el sonido del heavy clásico.
- FKA Twigs – LP1 (Jesse Kanda, 2014)
Más allá del espacio dedicado a la exposición temporal, en distintas salas del museo se han podido encontrar otros discos que, a modo de Huevos de Pascua, aparecían en lugares inesperados con la intención de establecer diálogos con el resto de la exposición permanente. Así, en uno de los divertículos axiales de la planta superior del museo aparece este desarrollo del artwork del primer LP de FKA Twigs. Me parece maravilloso por la forma en la que se representa no solo el sonido del álbum, sino también todo lo físico que hay en la propuesta de esta muchacha.